21 de Agosto de 2025 | Medellín, Antioquia | Cristin Serrano, Periodismo UCN
Líderes adventistas participaron en una entrevista televisiva donde destacaron el valor de unir deporte, salud, servicio y vida espiritual en beneficio de comunidades del Cesar, Magdalena, La Guajira y Atlántico.
El Gran Fondo “La Ruta al Mar”, organizado por la Iglesia Adventista del Séptimo Día, sigue despertando interés en la opinión pública del Caribe colombiano. Hoy 21 de agosto, un reconocido programa matutino de la región invitó a líderes de la Asociación del Atlántico — el pastor Josué Torres, presidente; el pastor Julio Rodríguez, secretario ejecutivo; y el pastor Javier Miranda, director de Salud— para compartir los resultados e impacto del evento ciclístico que recorrió 380 km llevando mensajes de esperanza y solidaridad.
En el programa Nuestras Mañanas, líderes adventistas destacaron cómo el Gran Fondo ‘La Ruta al Mar’ unió deporte, salud, servicio y vida espiritual en beneficio de comunidades del Caribe colombiano. | Captura de transmisión en vivo
Durante la entrevista, los dirigentes explicaron que esta iniciativa responde a la visión integral de la Iglesia. “La fe no se limita a la experiencia espiritual; incluye el bienestar físico, social y mental. Como dice la Biblia: ‘Amado, yo deseo que seas prosperado en todas las cosas y que tengas salud, así como prospera tu alma’ (3 Juan 1:2)”, afirmó el pastor Josué Torres, subrayando la centralidad de la salud en la misión adventista.
Por su parte, el pastor Julio Rodríguez destacó que estas jornadas no solo promueven ejercicio y hábitos saludables, sino también la participación activa de la comunidad: “No se trata solo de predicar, sino de invitar a las personas a compartir con nosotros en actividades que fortalecen cuerpo y espíritu”.
El pastor Javier Miranda complementó señalando que la Iglesia promueve los ocho hábitos saludables, recordando que la confianza en Dios es parte esencial de la salud integral. “En esta ruta compartimos literatura, mercados y sonrisas. La gente recibe con agrado cuando no solo hablamos, sino que mostramos el amor de Cristo en acción”, expresó.
Los presentadores del programa calificaron el evento como una “lluvia de bendiciones”, resaltando cómo los ciclistas adventistas llevaron esperanza y ayuda a comunidades vulnerables. Más de 250 familias fueron beneficiadas con mercados y kits de aseo, además de recibir consejos sobre nutrición y bienestar.
La entrevista permitió que una amplia audiencia conociera el alcance del Gran Fondo: la participación de más de 70 ciclistas de distintas regiones del país y del extranjero, entre ellos 25 no adventistas, la presencia de un exciclista de élite, Winner Anacona, y el testimonio de muchos que vivieron la experiencia de ver el mar por primera vez en este recorrido.
“Decidimos sacar la iglesia de las cuatro paredes y ponerla sobre ruedas. Ese es nuestro lema: llevar esperanza sobre ruedas”, concluyó el pastor Torres, resaltando que el ciclismo se convirtió en un vehículo de misión.
Con esta aparición en medios, la Iglesia Adventista reafirma su compromiso con la salud, el servicio y la predicación del evangelio integral en el norte colombiano.
18 de Agosto de 2025 | Medellín, Antioquia | Cristin Serrano, Periodismo UCN
El sábado no hubo ruta. Fue un día distinto: sin relojes, sin el bullicio de las carreteras, sin la tensión de los relevos. Un espacio breve para descansar, escuchar historias y recuperar fuerzas antes del último esfuerzo. La pausa sirvió también para que los vínculos se afirmaran; entre conversaciones sencillas y silencios necesarios, el grupo se preparó para cerrar una ruta inolvidable.
El domingo, con el sol asomando sobre el Caribe, Barranquilla esperaba como la meta soñada. El pelotón, diverso y colorido, parecía un solo cuerpo moviéndose al mismo compás. Jóvenes y veteranos, mujeres y hombres, ciclistas de toda clase compartían el mismo propósito: llegar. Lo que al principio parecía un grupo de desconocidos, al final se había convertido en una familia sobre ruedas.
El grupo de ciclistas parte desde Santa Marta al amanecer, con el sol asomándose en el horizonte. Créditos: Hope Media Colombia
En esa mezcla de perfiles resaltaban voces que daban sentido al fondo. Cecilia, con lágrimas aún frescas en la memoria, lo decía con franqueza: “Nunca había sentido tanto apoyo de personas que ni me conocían. Me recibieron con un abrazo, con felicitaciones, y eso me hizo llorar de alegría”.
También estaba don Luis, con 75 años. Es el mayor del grupo y pedaleó junto a sus dos hijas durante toda la ruta, mientras su esposa lo acompañaba en uno de los carros. Para él, cada kilómetro fue una prueba de resistencia y de disciplina, disfrutando del deporte del que se enamoró hace 60 años, pasión que heredó a sus dos hijas, que también participaron en esta edición. Para una de ellas, el momento más emotivo del recorrido fue la llegada a Santa Marta: “Es la primera vez que tenemos la oportunidad de salir todos en familia. Ninguno de nosotros conocía el mar y se nos dio la oportunidad”.
Don Luis, de 75 años, celebra junto a su familia y las medallas obtenidas tras completar la ruta. Créditos: Hope Media Colombia
Los jóvenes también se hicieron escuchar. Entre risas y cansancio, Santiago Villa resumía su experiencia en pocas palabras: “Ha sido duro, pero muy bonito. Uno descubre que es capaz de más de lo que cree”. En sus frases cortas se reflejaba la emoción de haber conquistado algo que parecía imposible.
Y entre todos ellos rodaba Winner Anacona, ex ciclista profesional que pasó de ser “el invitado especial” a sentirse parte del grupo. “Me pareció muy chévere, muy altruista. Aquí la gente se apoya, se cuida. Ya no me siento como el invitado especial, sino parte del grupo”, reconocía con sencillez. En su mirada se notaba la admiración: “Lo que más me sorprendió fue ver a los mayores, a las mujeres, dándolo todo. Yo creo que aprendí mucho más de ellos de lo que ellos pudieron aprender de mí”.
Winner Anacona recibe su medalla de manos del pastor Buitrago, en un gesto de reconocimiento y gratitud. Créditos: Hope Media Colombia
Cuando le preguntaron qué momento se llevaba grabado, no dudó: “El momento en La Floresta, compartiendo con los demás”. Palabras simples que confirmaban lo esencial de la ruta: más allá de los kilómetros, lo inolvidable fue la comunidad que nació en ella.
Todas estas historias tienen algo en común: ninguno de ellos pertenece a la Iglesia Adventista. Sin embargo, en la ruta encontraron comunidad, apoyo y un testimonio distinto de lo que significa vivir el evangelio. Descubrieron que la fe no siempre se predica desde un púlpito, sino también en una carretera, en un gesto solidario, en la compañía inesperada de quienes comparten el mismo esfuerzo.
Ese es, precisamente, el corazón de Esperanza sobre ruedas: salir de los templos y de los discursos formales, y acercarse a las personas donde están; mostrar un evangelio que acompaña, inspira y se vive en comunidad.
La llegada a Barranquilla fue un momento difícil de describir. Lágrimas, abrazos, ciclistas agotados que se felicitaban entre sí como si hubieran cruzado la línea más importante de sus vidas. Y en medio de esa escena, una joven lloraba, confesando sentirse “abrumada, sorprendida, por tanto cariño” de parte de personas que nunca había visto.
Un ciclista cruza la meta con los brazos abiertos, celebrando la victoria personal y colectiva. Créditos: Hope Media Colombia
Allí quedó claro que Esperanza sobre ruedas es más que un evento deportivo. Es comunidad, es testimonio, es evangelio en acción. Porque involucrar cada talento, cada recurso y cada iniciativa abre caminos, acerca corazones y, sobre todo, recuerda que la fe también se predica pedaleando juntos hasta la meta.
17 de Agosto de 2025 | Medellín, Antioquia | Cristin Serrano, Periodismo UCN
Gran Fondo “Ruta Al Mar” reunió a 70 participantes de distintas regiones de Colombia y del extranjero, combinando deporte, misión y servicio comunitario en un testimonio de fe sobre ruedas.
Del 14 al 17 de agosto, la Iglesia Adventista del Séptimo Día en la Costa Atlántica desarrolló la sexta edición del evento “Gran Fondo Ruta al Mar - Quiero Vivir Sano”, un recorrido ciclístico de 380 kilómetros dividido en cuatro etapas: Valledupar–Bosconia (92 km), Bosconia–Fundación (69 km), Fundación–Santa Marta (94 km) y Santa Marta–Barranquilla (114 km).
Los ciclistas iniciaron la primera etapa con un amanecer de fe y esperanza en la carretera. Créditos:Hope Media Colombia
La iniciativa reunió a 70 ciclistas provenientes de distintas regiones de Colombia, entre ellas Arauca, Medellín, Ibagué, Cali, Tunja, Cúcuta, Norte de Santander, Bucaramanga, Abejorral, Codazzi, Valledupar, Barrancabermeja, Cartagena, Córdoba, Barranquilla y Cesar, junto a un participante especial desde Puerto Rico. Entre los asistentes se encontraban deportistas recreativos, familias, líderes de iglesia y el exciclista profesional WorldTour, Winner Anacona, quien participó por segunda vez en estas rutas organizadas por la Iglesia Adventista, tras haber acompañado también el fondo realizado en Arauca.
El pastor Javier Miranda, director de Salud de la Asociación de la Costa Atlántica y coordinador local del evento, resaltó que esta ruta no solo fue un desafío físico, sino también un instrumento de misión: “Nuestro objetivo es mostrar que la salud es un regalo de Dios y que el evangelio se vive de manera integral. Queremos impactar a las comunidades diciendo que cuidar el cuerpo, la mente y el espíritu es parte del propósito divino”.
El pastor Javier Miranda, director de Salud de la Asociación de la Costa Atlántica, también se unió al desafío pedaleando junto a los participantes.Créditos: Hope Media Colombia
Testimonios que inspiran
Los ciclistas coincidieron en que la experiencia fue mucho más que deporte. Arbey Fernández, de Medellín, destacó el sentido de comunión: “Cada vez la Iglesia organiza mejor la logística, y compartir con los hermanos y conocer nuevas culturas lo hace especial. Esta vez fue aún más significativo porque mi esposa me acompañó”.
Para Ilba Rosa Sanguino, de Arauca, el evento fue un regalo para su vida: “Aquí nutro mi cuerpo, mi espíritu y mi alma. El mensaje de salud de la Iglesia debería llegar más lejos, porque nos recuerda que nacemos siendo una máquina perfecta, pero con nuestros malos hábitos la dañamos. Estas actividades nos enseñan a cuidar lo que Dios nos dio”.
Momentos de fraternidad: en cada parada, los participantes compartieron experiencias y ánimo mutuo. Créditos: Hope Media Colombia
Desde Codazzi, Cesar, Carlos Maxwell Hernández compartió cómo el ciclismo transformó su salud: “Llegué a pesar casi 110 kilos; hoy peso 75 y ya no sufro de hipertensión. Estos eventos muestran que la Iglesia no es cuadriculada, sino que promueve la salud y el testimonio a través del deporte”.
El pastor Carlos Martínez, participante internacional desde Puerto Rico, quien ya ha tomado parte en varias actividades similares en su país, mencionó: “Allá llevamos 18 años realizando una ruta parecida, y ver que otros países se han motivado a unirse a este tipo de iniciativas es espectacular. El deporte es una herramienta poderosa para acercar personas al evangelio”.
Logística y seguridad
El evento contó con un sólido esquema de seguridad, liderado por la Corporación Rescate Garsa, institución adventista de rescate y salvamento dedicada a la atención prehospitalaria en Colombia. Vehículos de apoyo, seis motocicletas, un equipo médico y convenios con ambulancias en cada peaje garantizaron la protección de los ciclistas. “Queremos que los participantes se sientan cómodos y seguros. Incluso les entregamos hidratación y un gel caliente para la recuperación muscular en cada parada”, explicó Jair Flórez, coordinador de seguridad.
La Corporación Rescate Garsa brindó apoyo en seguridad y salud; en la foto junto al pastor Mauricio Buitrago, líder de salud de la Unión Colombiana del Norte. Créditos: Hope Merdia Colombia
La hermandad adventista de cada localidad se unió con entusiasmo, ofreciendo alimentos, hidratación y aliento a los deportistas. El pastor Josué Torres, presidente de la Asociación de la Costa Atlántica, expresó: “Para nuestra iglesia este evento es una fiesta. Hemos visto a los miembros felices de servir y compartir, y a la vez impactamos a las comunidades con mercados y mensajes de esperanza”.
Evangelismo integral
La iniciativa no se limitó al deporte. En cada ciudad se realizaron acciones de servicio comunitario, como la entrega de más de 250 mercados y kits de aseo a familias necesitadas en Valledupar y Bosconia, además de conversatorios sobre vida saludable.
El pastor Mauricio Buitrago, director de Salud y Líder de esta iniciativa en la Unión Colombiana del Norte (UCN), subrayó que este proyecto se integra al plan evangelístico nacional: “Cada pedalazo es un testimonio de que Cristo quiere buena salud para las personas. Estas actividades nos permiten atender las necesidades de la comunidad, ganar su confianza y finalmente invitarlos a Jesús”.
De los 70 ciclistas, 25 no pertenecían a la Iglesia Adventista, lo que permitió que el evento fuera una plataforma natural de testimonio. Entre ellos se encontraba Winner Anacona, quien manifestó sentirse parte de la familia adventista y expresó su compromiso de seguir apoyando estas iniciativas.
El exciclista profesional Winner Anacona compartió pedalazos y testimonio con los participantes del Gran Fondo "Ruta al Mar". Créditos: Hope Media Colombia
Un mensaje que avanza
Instituciones como la Unión Colombiana del Norte, IADPA, Hope Media Colombia, AWR Colombia, ADRA y la Corporación de Rescate Garsa, junto a empresas locales respaldaron la actividad, reforzando el mensaje de que la Iglesia Adventista está comprometida con la salud, la familia y el bienestar integral.
El pastor Jonathan Pérez, de IADPA, explicó el valor espiritual del evento: “Un cuerpo sano tiene una mente sana para tomar las mejores decisiones, incluida la más importante: seguir a nuestro Dios. Por eso continuaremos apoyando estas iniciativas que hacen a la Iglesia relevante para la sociedad”.
El recorrido culminó en Barranquilla con un espíritu de gratitud y consagración, inspirando a jóvenes y adultos a continuar promoviendo la fe a través de un estilo de vida saludable. Como recuerda la Escritura: “¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo?… glorifiquen, pues, a Dios en su cuerpo y en su espíritu” (1 Corintios 6:19-20).
17 de Agosto de 2025 | Medellín, Antioquia | Cristin Serrano, Periodismo UCN
El rugido metálico del tren carbonero se impuso sobre el murmullo de los ciclistas. Las luces rojas del cruce titilaban, mientras el pelotón, detenido a pocos kilómetros de haber partido de Fundación, observaba cómo los vagones parecían no tener fin. Detrás, el sol comenzaba a levantarse, tiñendo de naranja las montañas. La Ruta al Mar apenas había iniciado y ya dejaba una postal inesperada: bicicletas en pausa frente a un tren interminable, como si la carretera misma quisiera recordar que todo viaje empieza con una espera.
Los ciclistas detienen su marcha para fotografiar el amanecer mientras un tren carbonero pasa a su lado. Créditos: Hope Media Colombia
En medio del grupo avanzaba Samuel Camacho, nacido en Bucaramanga, ingeniero de sistemas y adventista de tercera generación. Su trayectoria dentro de la Iglesia es extensa: ejerció como profesor, coordinó ADRA en el Oriente Colombiano y también administró centros de salud en Bucaramanga y Medellín, entre otros servicios. Ha estado detrás de iniciativas como “Cenas de Amor” y de programas multitudinarios como la Caravana de la Esperanza de 2010 y 2013, además de congresos y campamentos.
Él mismo lo recuerda así: “En el 2010 desarrollamos la primera Caravana de la Esperanza en el oriente colombiano… en 2013 la segunda caravana a nivel nacional desde la Unión, y pude hacer el apoyo logístico”. Además, lo considera su evento cumbre, afirmando: “Fue un momento muy especial en el que pudimos trabajar con la Gobernación, con la Policía, con muchos estamentos del Gobierno que nos apoyaron para poder cumplir con esa misión”.
Samuel Camacho junto al equipo de apoyo logístico durante la Caravana de la Esperanza, un evento realizado en Bucaramanga en 2013. Créditos: Shirley Rueda, Caravana de la Esperanza 2013, Periodismo UCN
Si algo define a Samuel es su visión de la logística como un ministerio en sí mismo. “Trabajar con la logística para la Iglesia es una cosa espectacular. Me encanta ver a la Iglesia desarrollarse y mostrarse ante la comunidad… yo quisiera que mi Iglesia fuera mucho más visible”. Esa convicción, recuerda, se afianzó después de escuchar un sermón del pastor Edgar Redondo titulado “La Iglesia visible”, que lo marcó profundamente. Desde entonces entendió que cada detalle organizativo es también una manera de predicar y mostrar a Jesús.
El ciclismo llegó a su vida casi por accidente, cuando dejó el fútbol. “Mi suegro, que hoy tiene 80 años, todavía es ciclista. Con él y mis cuñados empecé a montar bici… jamás pensé recorrer el país en bicicleta”. Con el tiempo descubrió que la bicicleta no solo era un deporte, sino una escuela de vida: “El ciclismo nos acuesta temprano, nos enseña a hidratarnos, a descansar. Es un deporte muy abarcante, porque, si lo piensas, integra varios de los remedios naturales que siempre hemos hablado: ejercicio, descanso, agua, nutrición, aire puro y hasta el dominio propio”.
Samuel Camacho pedalea en solitario durante la Ruta al Mar, disfrutando del desafío y la fe compartida. Créditos: Hope Media Colombia
La bicicleta, sin embargo, no es solo disciplina física. En el marco de Esperanza sobre Ruedas, Samuel lo entiende como un espacio de fe compartida: “Uno de los primeros objetivos fue impactar a la comunidad… pero también impacta al ciclista, porque nos conocemos, crecemos espiritualmente, compartimos”. Y valora especialmente la diversidad: “Me encanta que participen no adventistas, porque tenemos la posibilidad de testificar y compartir la alegría de nuestra esperanza en el pronto regreso de Jesús”.
La carretera hacia Santa Marta fue más exigente de lo esperado. Tramos angostos, el calor implacable y el ascenso al Ziruma pusieron a prueba al pelotón. Pero también regalaron uno de los momentos más memorables: el descenso hacia la bahía, con el mar extendiéndose al horizonte como promesa cumplida.
El grupo de ciclistas avanza por la carretera rumbo a Santa Marta, con las montañas en el horizonte. Créditos: Hope Media Colombia
Al pensar en el futuro, Samuel deja ver su mirada hacia lo eterno: “Yo quisiera que dentro de diez años estuviéramos en el cielo… si no es así, debemos seguir mostrando a Jesús de todas las maneras posibles, incluso en el ciclismo”.
Y cuando se trata de a quién dedica el esfuerzo, sus palabras son claras y directas: “Siempre, en primer lugar, está mi familia: mi esposa, mis hijas, mi madre, mis hermanos. Esa familia que llevo en el corazón”.
La Ruta al Mar continúa su camino, dejando atrás las tierras que inspiraron el realismo mágico de Gabo. Tras la llegada a Santa Marta, el pelotón se prepara para la última jornada que los llevará hasta Barranquilla, donde concluirá esta versión de Esperanza sobre Ruedas.
15 de Agosto de 2025 | Medellín, Antioquia | Cristin Serrano, Periodismo UCN
La madrugada en Valledupar tiene un encanto distinto cuando el viaje comienza con una promesa: llegar juntos al mar. Desde el Parque de la Gobernación, entre banderas que ondeaban con la brisa cálida del valle, comenzó la primera etapa de la Ruta al Mar, edición especial del Gran Fondo Esperanza sobre Ruedas, impulsada por el Departamento de Salud de la Unión Colombiana del Norte.
Ciclistas de todo el país parten desde el Parque de la Gobernación de Valledupar en la primera etapa de la Ruta al Mar. Créditos: Hope Media Colombia
Aproximadamente setenta ciclistas, escoltados por una caravana de vehículos de apoyo, comenzaron a avanzar por la carretera que conecta Valledupar con Bosconia. Rectas interminables, poca sombra para refugiarse y el calor que, incluso tan temprano, ya se hacía sentir. Winner Anacona, ciclista profesional y campeón de etapas en el World Tour, marcaba el ritmo al frente del grupo. Para muchos, seguir ese paso era un desafío; poco a poco, el pelotón se fue estirando hasta que cada quien encontró su propio ritmo, rodando en pequeños grupos, en pareja o en solitario, luchando contra sí mismos.
Dentro de todas las historias que conforman este pelotón, una llamaba la atención: la de José Luis Pérez y su hijo Jonathan. José Luis, con más de seis décadas de vida, es un hombre de porte firme y condición física admirable. Aunque vive con una condición de salud que requiere cuidados constantes, conserva una fortaleza y resistencia que muchos jóvenes quisieran.
—La bicicleta ha sido siempre parte de nuestra vida —cuenta con voz serena—. Es un deporte que nos ha unido como familia. Desde pequeño, Jonathan me acompañaba y hoy es él quien muchas veces me espera en la meta.
Jonathan sonríe al escucharlo.
—Creo que lo que más me inspira es ver que mi papá no se rinde. Esto no es solo pedalear, es compartir, aprender de él y saber que cuidarse es también heredar buenos hábitos.
José Luis Pérez y su hijo Jonathan, dos generaciones unidas por el ciclismo y la pasión por la vida saludable. Créditos: Hope Media Colombia
Verlos rodar juntos es presenciar una lección viviente de disciplina, amor familiar y la conciencia de que la salud se cultiva con las decisiones que tomamos día a día. José Luis recuerda que, desde joven, soñaba con ser ciclista profesional. La vida tomó otros rumbos, pero nunca dejó de pedalear. Hoy, sobre la bicicleta y acompañado de su hijo, siente que, de alguna forma, está cumpliendo aquel anhelo que lo acompañó desde sus primeros paseos en dos ruedas.
Antes de entrar a Bosconia, un carro de bomberos esperaba para sumarse a la caravana. Con sirenas y escolta de la Policía, guiaron el ingreso del grupo, despertando la curiosidad de quienes, desde la calle, se preguntaban quiénes eran y por qué ruedan juntos. Esa curiosidad, precisamente, es la puerta que Esperanza sobre Ruedas abre para hablar de salud, vida activa y fe.
Bomberos locales acompañando a los ciclistas en su llegada a Bosconia. Créditos: Hope Media Colombia
Entre los ciclistas, algunos rostros se reconocen de ediciones anteriores. La experiencia compartida en kilómetros ha tejido un grupo de confianza que, año tras año, vuelve a encontrarse sobre la bicicleta. Otros, como José Luis y Jonathan, viven su primera etapa, pero ya sienten que forman parte de una familia que rueda con un mismo propósito.
En esta ocasión, la Asociación de la Costa Atlántica aceptó el reto de recibir la edición en su territorio, siendo anfitriona de un recorrido que, desde las aguas del río Guatapurí en Valledupar, se extiende hasta llegar a Barranquilla, donde el recorrido culminará junto al malecón, cerca del punto donde el río Magdalena entrega sus aguas al mar.
La primera etapa quedó atrás, pero la carretera sigue abierta. Mañana, nuevos paisajes y nuevas historias seguirán acompañando este viaje hacia el mar.
15 de Agosto de 2025 | Medellín, Antioquia | Cristin Serrano, Periodismo UCN
Aún no amanecía del todo cuando las bicicletas comenzaron a alinearse. Eran las cinco en punto de la mañana en Bosconia, o “Fogonia”, como la llaman con afecto sus propios habitantes por el calor que la envuelve durante todo el día y que, a esta hora, ya se hace sentir. El rugir intermitente de camiones y vehículos pesados en la vía principal se mezclaba con el sonido de los cambios y el roce de las llantas sobre el pavimento.
La caravana de la segunda etapa avanza desde Bosconia, rumbo a Fundación, en una jornada marcada por el compañerismo y la fe sobre ruedas. Créditos: Hope Media Colombia
Entre los más de 70 participantes que se ajustaban cascos y revisaban frenos, destacaba un acento distinto. Carlos Martínez Medina, pastor adventista proveniente de Cayey, Puerto Rico, pedaleaba hoy sobre un sueño que comenzó en casa.
—Fue mi esposa quien me animó a venir. Ella vio el evento en redes y me dijo: “Quiero que participes”. Este viaje es tan suyo como mío —cuenta con una sonrisa.
Carlos no es nuevo en el ciclismo. Lleva más de veinte años rodando y, en paralelo, quince en el ministerio pastoral. En su isla dirige Cycling with him, una vuelta de tres días que recorre Puerto Rico de punta a punta.
—Comencé en el atletismo, pero la bicicleta me dio algo distinto: distancias más largas, velocidad… y una comunidad entera sobre ruedas —recuerda.
Esa comunidad, en su caso, se convirtió en una iglesia en movimiento: devocionales, oraciones en cada etapa, celebraciones de cumpleaños, aniversarios y bautismos en la meta.
—Hemos visto a personas conocer a Jesús en la carretera. Una vez, un joven pidió bautizarse el último día de la vuelta. Fue la confirmación de que Dios dirige este ministerio.
El pastor Carlos Martínez, proveniente de Puerto Rico, participa en la Ruta al Mar combinando su pasión por el ciclismo con el mensaje de esperanza. Créditos: Hope Media Colombia
Para el pastor Carlos, el mensaje de salud es una llave que abre corazones. Como director del Departamento de Salud en la Unión de Puerto Rico, promueve una vida activa y una alimentación basada en plantas, algo que despierta curiosidad en ciclistas y vecinos.
—Muchos me preguntan cómo rindo sin consumir productos animales. Esa pregunta es una oportunidad para hablarles de Jesús antes que de mí —afirma—. No se trata de predicar solo desde un púlpito, sino de mostrar a Cristo con el ejemplo, en la humildad, en el compañerismo, en la forma de vivir.
En Fundación, la etapa de hoy tenía un significado especial para otro protagonista de la jornada: el pastor Javier Miranda, departamental de Jóvenes y Salud de la Asociación de la Costa Atlántica. No solo coordina el evento, también es un apasionado del ciclismo. Quienes lo conocen lo llaman, con cariño, “el profe”, porque además de rodar con dedicación, entrena a otros ciclistas y les transmite su experiencia. Esa cercanía le ha permitido llegar a personas influyentes dentro y fuera del deporte, pero, sobre todo, le ha abierto puertas para compartir el mensaje de esperanza.
El pastor Javier Miranda, organizador de la edición y oriundo de Fundación, participando en la etapa que lo lleva de regreso a su tierra natal.Créditos: Hope Media Colombia
Para el pastor Miranda, esta segunda etapa es más que un evento en el calendario: es la ruta que lo lleva de regreso a su tierra natal.
—Nacer aquí y volver con ciclistas de toda Colombia y de fuera, como Carlos, es un privilegio enorme. Es la primera vez que realizamos algo de esta magnitud en nuestra asociación, y eso ya hace única a esta edición —asegura.
Lo dice con el brillo en los ojos de quien no solo organiza, sino que también pedalea y siente cada kilómetro. Miranda recuerda el caso de un conocido en la Liga de Ciclismo del Cesar que, tras rodar juntos varias veces, terminó entregando su vida a Cristo junto a su familia.
—Estas actividades son escenarios para mostrar que la Iglesia se preocupa por la salud, por la comunidad, por el bienestar integral. El evangelio es integral: no se trata solo de enseñar la Palabra, sino de vivirla sirviendo —afirma.
Al llegar al Parque Simón Bolívar de Fundación, los hermanos del distrito aguardaban con un desayuno saludable, hidratación y una exposición abierta a la comunidad sobre los ocho remedios naturales, donde los vecinos curiosos se detenían para aprender sobre hábitos que mejoran la calidad de vida.
Hermandad del distrito Fundación ofrecen un desayuno saludable a los ciclistas al finalizar la etapa. Créditos: Hope Media Colombia
Para el pastor Carlos, el cálido clima de la costa colombiana y la hospitalidad de su gente evocaron el calor humano de su Puerto Rico natal. Para el pastor Miranda, oriundo de Fundación, fue reencontrarse con la tierra que vio nacer su pasión por el ciclismo y por servir a los demás.
Mañana la caravana seguirá avanzando hacia Santa Marta, pero hoy la ruta demostró que, cuando el mensaje se vive en movimiento, puede pedalear cualquier distancia y tocar corazones a miles de kilómetros de casa.
6 de Agosto de 2025 | Medellín, Antioquia | Cristin Serrano, Periodismo UCN / Laura Acosta, Periodismo UCS
La participación activa de la Iglesia Adventista en la Mesa Nacional de Libertad Religiosa fortalece la defensa de los derechos fundamentales y da testimonio de su misión en favor de la libertad de conciencia y culto.
El 4 de agosto de 2025, la Iglesia Adventista del Séptimo Día participó activamente en una mesa de diálogo interreligiosa convocada por el Ministerio del Interior de Colombia. El encuentro se centró en la discusión de los proyectos de ley 057 y 058, actualmente en debate en el Congreso, que proponen imponer regulaciones tributarias y sancionatorias a las iglesias en el país.
Más de 30 líderes religiosos de diversas confesiones —incluyendo representantes cristianos, protestantes y católicos— se dieron cita en la Comisión de Asuntos Territoriales del Senado. La reunión fue encabezada por el Ministro del Interior, Dr. Armando Benedetti, y por la senadora Lorena Ríos, quienes escucharon los argumentos de las comunidades de fe sobre el impacto negativo que estos proyectos tendrían en la libertad religiosa y el servicio social que prestan las iglesias.
Mesa Nacional de Libertad Religiosa, donde el pastor Jair Flórez expone ante el Ministro del Interior y senadores las razones por las cuales los proyectos de ley 057 y 058 resultarían contraproducentes para las iglesias en Colombia. La sesión se realizó el 4 de agosto de 2025 en la Comisión de Asuntos Territoriales del Senado en la ciudad de Bogotá. Créditos: Jair Flórez
Jair Flórez, director del Departamento de Asuntos Públicos y Libertad Religiosa (PARL) de la Unión Colombiana del Norte y delegado ante la Mesa Nacional de Libertad Religiosa, representó a la Iglesia Adventista, en su intervención, Jair Flórez explicó que las iniciativas legislativas:
Fueron redactadas sin la participación de las comunidades religiosas afectadas.
Atentan contra la misión espiritual y el derecho al culto.
Pretenden implementar mecanismos de vigilancia, control y sanción que afectarían gravemente la autonomía religiosa.
Jair Flórez, director de Libertad Religiosa en la Unión Colombiana del Norte y delegado adventista ante la Mesa Nacional de Libertad Religiosa el día 4 de Agosto. Créditos: Web
“Nosotros no hacemos proselitismo. Vamos a estos espacios a defender la libertad de todos, porque si no hay libertad religiosa, no podemos predicar el Evangelio”, afirmó Flórez.
Asimismo, destacó la buena voluntad del Ministerio del interior de no continuar con estos proyectos. El ministerio manifestó su disposición a solicitar a los senadores ponentes el retiro de las iniciativas. Y declaran que: “Por orar no se debe multar”, reconociendo que imponer restricciones a las iglesias sería contraproducente.
El pastor Henry Beltrán, Presidente de la Unión Colombiana del Sur, quién además actúa como director del Departamento de Asuntos Públicos y Libertad Religiosa (PARL) en el sur de Colombia, aunque no estuvo presente en la reunión, reafirmó el compromiso institucional de la Iglesia con la libertad religiosa:
“La libertad religiosa es un derecho fundamental garantizado por la Constitución colombiana. Como Iglesia, no solo creemos en ese derecho, sino que lo defendemos activamente porque garantiza la posibilidad de vivir nuestra fe”.
El pastor Henry Beltrán recordó que la Iglesia Adventista ha estado activamente involucrada en los procesos legislativos desde la Constitución de 1991, logrando avances significativos como el reconocimiento legal del sábado. Destacó también la reciente modificación en los formularios del ICFES, que ahora permite a los jóvenes adventistas presentar sus exámenes en días distintos al sábado. “Esto es un logro que celebramos con gratitud a Dios”, afirmó. Además, subrayó que la Iglesia es una voz activa en la Mesa Nacional de Libertad Religiosa, reconocida por su organización, fidelidad a la ley y compromiso con el servicio. “Elena G. de White dijo que debemos ser cabeza en el tema de libertad religiosa. Eso nos mueve cada día”, concluyó.
Henry Beltrán, recientemente nombrado presidente de la Unión Colombiana del Sur, también reconocido por su liderazgo en libertad religiosa. Créditos: Prensa UCS, Laura acosta
Beltrán hizo un llamado a la feligresía:
“Nuestra tarea como miembros es ser fieles a Dios. Guardar lo que Él nos ha dejado, especialmente el sábado. Si alguien enfrenta dificultades, recuerde que la ley nos ampara y como iglesia contamos con herramientas para apoyar a nuestros miembros. Seamos como Daniel: fieles hasta el fin”.
La participación del 4 de agosto no solo evidenció la postura firme de la Iglesia Adventista del Séptimo Día frente a propuestas legislativas que podrían limitar la libertad de culto, sino que consolidó su papel como interlocutor legítimo ante el Estado en temas de conciencia y derechos fundamentales. Este ejercicio de diálogo reafirma que la defensa de la libertad religiosa no es una causa aislada, sino un pilar esencial de la misión adventista: garantizar que cada persona pueda adorar a Dios conforme a su conciencia, sin imposiciones ni restricciones.
En un contexto social donde la voz de las iglesias sigue siendo necesaria para construir paz, equidad y servicio, la Iglesia Adventista permanece vigilante y comprometida, representando con dignidad los valores del Reino de Dios en la esfera pública.
“Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos” (Mateo 5:10).
6 de Agosto de 2025 | Medellín, Antioquia | Cristin Serrano, Periodismo UCN
Con ponencias científicas, inspiración espiritual y liderazgo institucional, el Congreso de Salud de la Unión Colombiana del Norte reafirmó el rol misionero de los profesionales adventistas en Bucaramanga.
Del 1 al 3 de agosto de 2025, la ciudad de Bucaramanga fue escenario del Congreso de Salud organizado por el Departamento de Salud de la Unión Colombiana del Norte (UCN) dirigido por el pastor Mauricio Buitrago. Este evento, que reunió a 210 participantes —entre ellos 190 profesionales de la salud y 20 estudiantes—, tuvo como propósito principal capacitar y orientar a los asistentes en su misión dentro de las instituciones y el servicio en la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
Departamentales de salud y profesionales adventistas durante el Congreso de Salud en Bucaramanga, comprometidos con la misión de servir a través del ministerio médico cristiano. Créditos: Emaurys Rodríguez
Con la consigna “Salud Total”, el congreso ofreció 12 seminarios dirigidos por profesionales altamente capacitados, en su mayoría colombianos, que compartieron ponencias científicas y testimonios de vida en el marco de un enfoque cristo-céntrico. Se abordaron temas como salud mental, ética médica cristiana, IA en radiología, micro-biota, felicidad en adultos mayores, atención pre-hospitalaria y modelos integrales como el Ministerio DREAM (Detección y Prevención, Restauración de la salud, Educación para la salud y equipar, Acompañamiento en salud y Mantenimiento de la salud) una iniciativa del Ministerio de Salud de la División Interamericana, que se enfoca en unir esfuerzos para mejorar la salud en las comunidades. Resaltando siempre la conexión entre la salud física y la restauración espiritual.
Uno de los seminarios del Congreso de Salud en Bucaramanga, donde se promovió el enfoque integral del cuidado del cuerpo como parte del plan divino para el bienestar. Créditos: Emaurys Rodríguez
El evento contó con la destacada participación del Dr. Roel Cea, coordinador de proyectos estratégicos del Ministerio de Salud de la División Interamericana, así como del Pr. Jahisber Peñuela, rector de la Universidad Adventista de Colombia (UNAC), y del Dr. Jonathan Cáceres, recientemente nombrado presidente de la Asociación Médica Adventista de Colombia (AMAC).
Los asistentes representaban múltiples disciplinas del área de la salud, siendo las enfermeras el grupo más numeroso, seguido por médicos, psicólogos y fisioterapeutas. También se contó con profesionales en odontología, terapia ocupacional, fonoaudiología y gerontología, entre otros.
Grupo de psicólogos adventistas participantes en el Congreso de Salud en Bucaramanga. Su labor es fundamental para la promoción de la salud mental con enfoque cristiano. Créditos: Emaurys Rodríguez
“Este congreso no solo ofreció formación científica de alto nivel, sino que inspiró a nuestros profesionales a ver su vocación como un llamado de Dios al servicio de la misión”, expresó el Pr. Mauricio Buitrago.
Durante el congreso, se realizó además la asamblea general de AMAC, donde fue elegida una nueva junta directiva que guiará la asociación durante los próximos dos años.
Después de seis años sin un encuentro nacional de esta magnitud —el último fue en Santa Marta en 2019—, este congreso representó una renovación del compromiso adventista con la salud integral y la misión global.
La Iglesia Adventista del Séptimo Día, a través de estos espacios, fortalece el rol de sus profesionales como instrumentos de esperanza, sanación y servicio, alineados con el ministerio compasivo de Cristo.
21 de Julio de 2025 | Medellín, Antioquia | Cristin Serrano, Periodismo UCN
La presencia visible de colegios y clubes adventistas en las calles del país tocó corazones, incluyendo el de una joven que decidió entregarse a Cristo y fue bautizada ese mismo día.
El pasado 20 de julio, mientras miles de ciudadanos celebraban la independencia de Colombia con manifestaciones diversas según las culturas de cada región, una expresión distinta también recorría las calles: la de centenares de jóvenes adventistas, marchando con uniformes, sonrisas y mensajes de esperanza. En medio de esta movilización nacional organizada por los clubes juveniles de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, una joven que observaba la marcha en su ciudad quedó tan conmovida que tomó una decisión trascendental: entregarse a Cristo mediante el bautismo.
“Me emocioné demasiado. Sentí que yo debía estar ahí. Ese era mi lugar”, expresó Lebelis Nazar, quien desde hace cinco meses venía acercándose a Dios y mostrando interés en el Club de Conquistadores.“Yo solo necesitaba ánimo… y cuando vi esa marcha, fue como si Dios me llamara directamente”, compartió.
Tras conversar con su madre—quien le expresó su apoyo pese a no ser adventista—,con su líder de Club y algunos amigos, Lebelis se desplazó a la iglesia local, donde fue bautizada por el pastor Edilberto Ospina, del distrito de Guaranda.
“Cuando salió del agua, lloró. Todos lloramos”,relató Yoelis Yepes, directora del club. “Este ministerio se ha convertido en un refugio. Aquí los chicos encuentran dirección, propósito y el amor de Cristo”.
El Club Jadá y su impacto en la Asociación del Caribe Colombiano
El Club Jadá, al que pertenece Lebelis, forma parte de la Asociación del Caribe Colombiano, una región donde el ministerio juvenil ha mostrado un crecimiento notorio. Conformado principalmente por jóvenes de hogares no adventistas, este club ha encendido una llama espiritual que sigue atrayendo adolescentes a los pies de Cristo.
“Nuestro método es el de Cristo: primero servimos, luego evangelizamos. Y está dando frutos”,explicó Yaith Echeverría, líder juvenil distrital.
Este no es un caso aislado. Desde hace algunos años, en la ciudad de Cartagena, capital de esta asociación, la Iglesia Adventista ha sido invitada oficialmente a participar en el desfile patrio del 20 de julio en representación del Colegio Adventista de Cartagena (CAC), ya que este desfile lo conforman instituciones educativas, la Fuerza Pública y las Fuerzas Militares. En ese contexto, la participación adventista se ha convertido en una oportunidad institucionalizada para mostrar a Cristo en el espacio público.
“La marcha comenzó aquí y se ha ido replicando en el 60–65 % de los distritos de nuestra asociación”, indicó el pastor Bruno Villegas, departamental de jóvenes de la Asociación del Caribe Colombiano. En municipios como Turbaco, Carmen de Bolívar, Arjona, Majagual, Valencia, Tierra Alta y la Alta Montaña, la presencia adventista ya forma parte del protocolo local, gracias al testimonio continuo de servicio y compromiso social.
Saravena: tradición, honra y literatura
En el municipio de Saravena, en el departamento de Arauca al oriente del país, también se vivió un 20 de julio profundamente misionero. Allí, por tradición, la Iglesia Adventista del Séptimo Día es invitada cada año por su impacto positivo en la comunidad.
Este año, desfilaron los tres clubes (Aventureros, Conquistadores y Guías Mayores) de los cinco distritos locales, acompañados por la banda marcial del Colegio Adventista Bethel. Más de 150 jóvenes participaron no solo del desfile, sino también de la entrega de literatura misionera a los transeúntes y fueron parte activa de los honores patrios.
Una iglesia que se muestra y transforma
Lo vivido en Guaranda, Cartagena y Saravena es apenas una muestra del esfuerzo de los ministerios juveniles de la Unión Colombiana del Norte para convertirse cada vez más en una presencia activa y transformadora en la comunidad.
“El bautismo de Lebelis es la muestra de que los jóvenes de este tiempo están tomando decisiones muy acertadas en cuanto a su vida espiritual”, declaró el pastor Edilberto Ospina, líder del distrito de Guaranda. “Refleja el trabajo que están haciendo los clubes, cómo impactan la vida de la sociedad y llevan a los chicos a tomar decisiones sabias en medio de un mundo quebrado. Alabamos a Dios por esta decisión y por todo el trabajo que se desarrolla aquí”.
Desde las calles hasta las iglesias, la misión juvenil sigue transformando corazones. Jóvenes marchando, entregando literatura, orando, bautizándose. El testimonio sigue siendo el más poderoso sermón.
“Así alumbre vuestra luz delante de los hombres…” (Mateo 5:16)
12 de Julio de 2025 | Medellín, Antioquia | Cristin Serrano, Periodismo UCN
Del 3 al 12 de julio de 2025, 2,809 delegados oficiales, entre ellos líderes, pastores y miembros de iglesia, se reunieron en St. Louis, Missouri, Estados Unidos, para la 62ª Sesión de la Conferencia General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, reafirmando la unidad de la Iglesia mundial y su misión de proclamar que Cristo viene pronto.
Durante los días de trabajo se eligió al Pr. Erton Köhler como nuevo presidente de la Iglesia Adventista mundial, al Pr. Richard E. McEdward como secretario ejecutivo y se ratificó a Paul H. Douglas como tesorero de la Asociación General.
De manera especial para la región, el Pr. Abner De Los Santos fue elegido como nuevo presidente de la División Interamericana (DIA). Lo acompañarán en su equipo el Pr. Pierre Caporal, elegido como secretario ejecutivo, e Ivelisse Herrera, como tesorera. Ellos tendrán la responsabilidad de dirigir y coordinar la misión de la Iglesia en toda la región interamericana durante los próximos cinco años.
Comprometida con el lema “Jesús Viene: Involúcrate”, la Unión Colombiana del Norte (UCN) participó activamente en este encuentro global, sumando su voz a decisiones clave, promoviendo la riqueza cultural de Colombia y destacando el liderazgo regional.
La UCN estuvo representada por su presidente, el Pr. Edgar Redondo, quien destacó la relevancia de este espacio para la Iglesia y para Colombia: “Las sesiones de la Asociación General son muy importantes y valiosas para toda la Iglesia Adventista mundial. Para la Unión Colombiana del Norte es fundamental estar presente porque es la convocatoria global de nuestra Iglesia: aquí rendimos cuentas de lo realizado en los últimos cinco años y participamos en la elección de los líderes que Dios pone al frente de su obra. Además, nuestros laicos, pastores y administradores adquieren una visión más amplia de la misión y regresan a sus campos fortalecidos y comprometidos a seguir avanzando. Participar nos permite conocer de cerca cómo la Iglesia cumple su tarea y nos inspira a renovar nuestro compromiso de predicar que Cristo viene pronto.”
En este evento también participó el secretario ejecutivo de la UCN, Pr. Gonzalo Cardona, destacó: “Participar ayuda a mantener una Iglesia mundial unida en Cristo Jesús. Aquí elegimos a quienes guiarán la Iglesia durante los próximos cinco años, o hasta la segunda venida de Cristo. Observamos y aprendemos cómo se organiza la Iglesia mundial, conocemos culturas y necesidades globales, nos reencontramos con amigos que hace mucho no veíamos y recordamos que somos parte de una familia mundial que se prepara y prepara a otros para la venida de Cristo. Es maravilloso adorar juntos en diferentes idiomas, sabiendo que Dios nos escucha como si no hubiera nadie más. Este congreso amplía nuestra visión de lo que significa ser Iglesia Adventista. Dios bendiga su Iglesia y esté con nosotros hasta el final.”
La delegación de la UCN incluyó además a su director financiero, Sr. Dubiel Quintero, a los presidentes de los ocho campos y a líderes de iglesias locales, sumando en total 22 delegados. Varios participaron en las comisiones de nombramientos que definieron el nuevo equipo directivo de la División Interamericana para el periodo 2025–2030.
Uno de los momentos más significativos para la Unión fue la elección del Pr. William Barrero, quien hasta su nombramiento se desempeñaba como Secretario Ministerial y líder de Evangelismo de la UCN, y que ahora servirá como director de Ministerio Personal y Escuela Sabática de la División Interamericana. Su elección es testimonio de años de servicio fiel y compromiso con la expansión del evangelio en el norte de Colombia.
Además de su participación administrativa, la UCN representó con orgullo la cultura colombiana a través de un stand especial, donde los delegados vistieron trajes típicos de diferentes regiones, compartieron artesanías y dialogaron con asistentes de todo el mundo sobre la riqueza natural, cultural y espiritual de Colombia. Este espacio se convirtió en un punto de encuentro que reflejó la calidez y hospitalidad que caracterizan a la Iglesia Adventista en nuestro país.
La Unión presentó también un video informe que resumió los principales logros, proyectos misioneros e impacto comunitario, mostrando cómo la obra de Dios sigue transformando vidas en el norte de Colombia.
En el último día de la Sesión de la Conferencia General, el expresidente Ted N. C. Wilson fue honrado y reconocido por sus 15 años de servicio como líder mundial de la Iglesia Adventista. Los recién elegidos líderes le entregaron una Biblia firmada por sus colegas, la cual fue presentada por el nuevo presidente, Pr. Erton Köhler. Su esposa, Nancy Wilson, recibió también una Biblia y un ramo de flores como muestra de aprecio.
“Qué privilegio es para todos nosotros formar parte de la iglesia remanente de Dios de los últimos días, proclamando a Cristo, el mensaje de sus tres ángeles y su pronta venida”, expresó Wilson al recibir el homenaje. “Oremos por nuestros líderes de la Conferencia General y por todos los líderes de nuestras iglesias en todo el mundo.”
“Y este evangelio del reino será predicado en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:14).
Las creencias adventistas tienen el propósito de impregnar toda la vida. Surgen a partir de escrituras que presentan un retrato convincente de Dios, y nos invitan a explorar, experimentar y conocer a Aquel que desea restaurarnos a la plenitud.